¿Olvidar el verano de 2020?

Este año nos ha roto los esquemas, y el verano, para los mortales que no contamos con el don de la influencia, ha sido cuanto menos paradito. No fue posible cumplir los planes de viajes soñados: conciertos y festivales que duran tres días tras los que llegas a casa como si hubieras hecho el París-Dakar.

Todo lo que tiras… te lo acabas comiendo :(

Como el mar gallego hay pocos. Como el pescado y el marisco gallegos hay menos todavía. Es bien sabido que una buena mariscada gallega se cotiza alto fuera de nuestras fronteras y nosotros somos los primeros en echarnos flores con nuestras conquistas…

¿Será el gris el nuevo “color cielo” de las Plastidecor?

Me acuerdo perfectamente de irme a la cama cuando era pequeño y no poder dormir por el temor a que, sin previo aviso, el agujero de la capa de ozono se “abriera”. La idea de una muerte segura, lenta, dolorosa y causada por un sol radiante (literalmente) me paralizaba. Algo así como el final de esa película de Nicolas Cage.

Yo tampoco tengo TikTok y no es el fin del mundo.

Según las Naciones Unidas somos 1200 millones de jóvenes de 15 a 24 años. Tampoco quiero entrar en el debate de a que edad dejas de ser joven: la ONU dice 24 años, mi abuela de 76 le llama “chica” a sus amigas de 65… en fin.

Portamérica presenta “Esa maldita felicidad”: una road movie de cocineros, músicos y cocineros-músicos de las dos orillas del Atlántico con un destino final único: el Festival PortAmérica, en la Carballeira de Caldas de Reis.

Esa Maldita Felicidad

«Esa maldita felicidad» es una de las apuestas audiovisuales más ambiciosas de PortAmérica. Dos años de rodaje en más de una decena de localizaciones, carretera y puentes entre España y Latinoamérica conforman la ruta de esta road movie de cocineros, músicos y cocineros músicos con destino final a un paraje único de las Rías Baixas: la carballeira de Caldas de Reis, sede del Festival PortAmérica.